¿ACTÚO CON JUSTICIA Y RECTITUD?

¿Actúo con justicia y rectitud?
¿Qué es la justicia para ti?
Cuando mencionamos la palabra justicia ¿qué se te viene a la mente?
¿Alguna vez has experimentado una injusticia?
¿Cómo te hizo sentir?
Creo que todos o la mayoría conocemos la historia del rey David y sabemos que estuvo plagada de injusticias, experimentó la persecución del Rey Saúl motivado por celos y envidia, lo traicionó gente muy cercana a él, su hijo quiso usurpar su trono, tuvo que huir y esconderse para salvar su vida; sin embargo mira lo que dice la Biblia acerca de su manera de gobernar:
2 Samuel 8:15 DHH
"David reinó sobre todo Israel, actuando con justicia y rectitud para con todo su pueblo.
David reinó sobre todo Israel, actuando con justicia y rectitud para con todo el pueblo.
¿Cómo te explicas que un hombre que desde su juventud experimentó injusticia y persecución pudo llegar a reinar con justicia y rectitud?
¿Cómo piensas que logró hacerlo?
SALMO 27 DHH
El Señor es mi luz y mi salvación,
¿de quién podré tener miedo?
El Señor defiende mi vida,
¿a quién habré de temer?
2 Los malvados, mis enemigos,
se juntan para atacarme y destruirme;
pero ellos son los que tropiezan y caen.
3 Aunque un ejército me rodee,
mi corazón no tendrá miedo;
aunque se preparen para atacarme,
yo permaneceré tranquilo.
4 Sólo una cosa he pedido al Señor,
sólo una cosa deseo:
estar en el templo del Señor
todos los días de mi vida,
para adorarlo en su templo
y contemplar su hermosura.
5 Cuando lleguen los días malos,
el Señor me dará abrigo en su templo;
bajo su sombra me protegerá.
¡Me pondrá a salvo sobre una roca!
6 Entonces podré levantar la cabeza
por encima de mis enemigos;
entonces podré ofrecer sacrificios en el templo,
y gritar de alegría, y cantar himnos al Señor.
7 A ti clamo, Señor: escúchame.
Ten compasión de mí, ¡respóndeme!
8 El corazón me dice:
«Busca la presencia del Señor.»
Y yo, Señor, busco tu presencia.
9 ¡No te escondas de mí!
¡No me rechaces con ira!
¡Mi única ayuda eres tú!
No me dejes solo y sin amparo,
pues tú eres mi Dios y salvador.
10 Aunque mi padre y mi madre me abandonen,
tú, Señor, te harás cargo de mí.
11 Señor, muéstrame tu camino;
guíame por el buen camino
a causa de mis enemigos;
12 no me entregues a su voluntad,
pues se han levantado contra mí
testigos falsos y violentos.
13 Pero yo estoy convencido
de que llegaré a ver la bondad del Señor
a lo largo de esta vida.
14 ¡Ten confianza en el Señor!
¡Ten valor, no te desanimes!
¡Sí, ten confianza en el Señor!
David entendió que Dios era su luz y su salvación y que Él defendía su vida por eso no tenía miedo. Vs. 1
Estaba convencido de que Dios era su defensor por ello podía permanecer tranquilo v.3
David se conformaba con estar en la presencia de Dios él sabía que tanto en la vida como en la muerte su vida le pertenecía a Dios y que en tiempos difíciles podía refugiarse en Dios. Y ahí estaría seguro. v 4-5
Sabía que Dios podía demostrar su inocencia y limpiar su reputación, estaba seguro que El conocía su corazón y le haría justicia. Por ello estaría alegre.v6
Cuando David experimentó lo peor de la injusticia prefirió acudir a Dios y buscar su compasión en vez de buscar hacer justicia por mano propia, en vez de odiar, buscar venganza, amargarse o buscar aliados para enfrentar a su enemigo decidió buscar la presencia de Dios porque entendía que era su única ayuda. v 7-9
El rogaba a Dios que lo guiara por el camino recto porque entendía que en momentos tan difíciles su corazón podía corromperse y desviarse de su Señor.
David estaba seguro que Dios le haría justicia en vida y no después de la muerte.
Tal era la confianza su confianza en Dios así de grande era el conocimiento que David tenía de su Señor.
Vivimos
en un mundo caído donde la violencia impera y la ley se pasa por alto muchas veces
vamos a experimentar injusticia pero el ejemplo de David nos enseña que nuestra
mejor respuesta es buscar a Dios de todo corazón y esperar en El. Porque como
dice:
Romanos 12:17-21 DHH
No paguen a nadie mal por mal. Procuren hacer lo bueno delante de todos. Hasta donde dependa de ustedes, hagan cuanto puedan por vivir en paz con todos. Queridos hermanos, no tomen venganza ustedes mismos, sino dejen que Dios sea quien castigue; porque la Escritura dice: «A mí me corresponde hacer justicia; yo pagaré, dice el Señor.» Y también: «Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; y si tiene sed, dale de beber; así harás que le arda la cara de vergüenza.» No te dejes vencer por el mal. Al contrario, vence con el bien el mal.
Conclusión:
Si hoy experimentas injusticia o tiempos difíciles:
No busques hacer justicia por propia mano
No busques venganza ni trates de exponer la conducta de quienes te hieren
Mejor busca pasar más tiempo en la presencia de Dios, orando, leyendo su palabra, decidiendo perdonar, orando por quienes te persiguen, no te dejes corromper ni hagas tú también lo malo, espera en Dios, ¡ Él te hará justicia!