CRECIMIENTO ESPIRITUAL
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2 Pedro 1:3-8 DHH
Dios, por su poder, nos ha concedido todo lo que necesitamos para la vida y la devoción, al hacernos conocer a aquel que nos llamó por su propia grandeza y sus obras maravillosas. Por medio de estas cosas nos ha dado sus promesas, que son muy grandes y de mucho valor, para que por ellas lleguen ustedes a tener parte en la naturaleza de Dios y escapen de la corrupción que los malos deseos han traído al mundo. Y por esto deben esforzarse en añadir a su fe la buena conducta; a la buena conducta, el entendimiento; al entendimiento, el dominio propio; al dominio propio, la paciencia; a la paciencia, la devoción; a la devoción, el afecto fraternal; y al afecto fraternal, el amor. Si ustedes poseen estas cosas y las desarrollan, ni su vida será inútil ni habrán conocido en vano a nuestro Señor Jesucristo
El crecimiento espiritual es el proceso de volverse más y más como Jesús. Cuando ponemos nuestra fe en Jesús, el Espíritu Santo comienza el proceso de hacernos más como Jesús, conformándonos a Su imagen.
No tiene que ver con el mucho o poco tiempo que tengamos en la fe, sino con nuestra relación con Dios.
En Gálatas 5:19-23 encontramos dos listas. En Gálatas 5:19-21 están enlistados los "hechos de la carne" Estas son cosas con las cuales se identificaban nuestras vidas antes de confiar en Cristo para salvación. Los hechos de la carne son las actividades que debemos confesar, arrepentirnos y con la ayuda de Dios, vencerlas. Mientras experimentamos el crecimiento espiritual, los "hechos de la carne" serán cada vez menos y menos evidentes en nuestras vidas. La segunda lista es "el fruto del Espíritu" (Gálatas 5:22-23). Esto es por lo que nuestras vidas deben ser identificadas, ahora que hemos experimentado la salvación en Jesucristo. El crecimiento espiritual se identifica por el evidente crecimiento del fruto del Espíritu en la vida del creyente.
Cuando tiene lugar la transformación de la salvación, se inicia el crecimiento espiritual. El Espíritu Santo mora en nosotros (Juan 14:16-17). Somos nuevas criaturas en Cristo (2 Corintios 5:17). La antigua naturaleza es reemplazada con una nueva (Romanos capítulos 6-7). El crecimiento espiritual es un proceso de toda la vida que ocurre mientras estudiamos y aplicamos la Palabra de Dios (2 Timoteo 3:16-17), y andamos en el Espíritu (Gálatas 5:16-26). Al buscar el crecimiento espiritual, podemos orar a Dios, pidiéndole sabiduría en las áreas que Él desea que crezcamos espiritualmente. Podemos pedirle que nos ayude a aumentar nuestra fe y conocimiento de Él. Dios desea nuestro crecimiento espiritual. Dios nos ha dado todo lo que necesitamos para experimentar este crecimiento espiritual. Con la ayuda del Espíritu Santo, podremos vencer más y más el pecado, avanzando con firmeza para llegar a parecernos cada vez más a nuestro Salvador, el Señor Jesucristo.