DEMASIADA PRESIÓN

08.07.2019

¿Alguna vez te has sentido tan presionando que crees no poder soportar más? O ¿Alguna vez has atravesado por un problema que piensas, esto nunca va a terminar y te has sentido sin esperanza?

Llevar un huevo, una zanahoria y unos granos de café o café soluble.

Mostrarlos a los asistentes, luego contar ésta historia: Cuenta una historia que un grupo de alumnos se quejaban con el profesor a causa de lo difícil de las pruebas que él aplicaba y del sufrimiento que les causaba el tener que desvelarse para concluir los proyectos y tareas que les dejaba.

Como estaban en el laboratorio el aprovechó para darles una gran lección, puso a hervir en tres recipientes agua y en uno puso una zanahoria, en otro un huevo y en otro unos granos de café, cuando el agua alcanzó su máximo punto de ebullición lo dejó hervir por unos minutos más y luego apagó el FUEGO

Después preguntó a los alumnos ¿qué observan? ¿Qué sucedió con cada uno de los alimentos que hirvieron?

Como podrán observar el huevo cuyo contenido era líquido y viscoso se endureció, la zanahoria de ser dura se ablandó se volvió frágil y puedo romperla fácilmente y el café despidió su máximo sabor y olor agradable al olfato y al paladar, se convirtió en una bebida exquisita aunque sus granos eran duros.

Así sucede cuando somos puestos a prueba y exigidos al máximo esfuerzo, cuando somos sometidos al fuego de la prueba.

¿Cómo van a ser ustedes? El fuego y la presión los van a doblar como en el caso de la zanahorias?

¿O los va endurecer como en el caso del huevo o va a sacar lo mejor que tienen dentro convirtiéndolos en una mejor versión de ustedes mismos?

Esta historia me hace pensar en las grandes enseñanzas que la Biblia tiene acerca del sufrimiento y las pruebas. A veces cuando atravesamos momentos difíciles sentimos que Dios no está con nosotros, que no le importamos o que no se da cuenta de nuestra condición pero lo que no reflexionamos es que Dios permite el sufrimiento en nuestra vida por varias razones:

1.- Probar la calidad de nuestra fe  1 Pedro 1:6-7 DHH

«Por esta razón están ustedes llenos de alegría, aun cuando sea necesario que durante un poco de tiempo pasen por muchas pruebas. Porque la fe de ustedes es como el oro: su calidad debe ser probada por medio del fuego. La fe que resiste la prueba vale mucho más que el oro, el cual se puede destruir. De manera que la fe de ustedes, al ser así probada, merecerá aprobación, gloria y honor cuando Jesucristo aparezca.»

2.- Hacernos más firmes, fuertes y seguros 1 Pedro 5: 7-10 DHH

«Dejen todas sus preocupaciones a Dios, porque él se interesa por ustedes. Sean prudentes y manténganse despiertos, porque su enemigo el diablo, como un león rugiente, anda buscando a quien devorar. Resístanle, firmes en la fe, sabiendo que en todas partes del mundo los hermanos de ustedes están sufriendo las mismas cosas. Pero después que ustedes hayan sufrido por un poco de tiempo, Dios los hará perfectos, firmes, fuertes y seguros. Es el mismo Dios que en su gran amor nos ha llamado a tener parte en su gloria eterna en unión con Jesucristo.»

3.- Aprender a obedecer y perfeccionarnos a la estatura de Cristo 

Hebreos 5: 8-10 DHH

«Así que Cristo, a pesar de ser Hijo, sufriendo aprendió lo que es la obediencia; y al perfeccionarse de esa manera, llegó a ser fuente de salvación eterna para todos los que lo obedecen, y Dios lo nombró Sumo sacerdote de la misma clase que Melquisedec.»

4.- Adquirir firmeza Romanos 5:1-5 DHH

«Puesto que Dios ya nos ha hecho justos gracias a la fe, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. Pues por Cristo hemos podido acercarnos a Dios por medio de la fe, para gozar de su favor, y estamos firmes, y nos gloriamos con la esperanza de tener parte en la gloria de Dios. Y no solo esto, sino que también nos gloriamos de los sufrimientos; porque sabemos que el sufrimiento nos da firmeza para soportar, y esta firmeza nos permite salir aprobados, y el salir aprobados nos llena de esperanza. Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha llenado con su amor nuestro corazón por medio del Espíritu Santo que nos ha dado.»

5.-Aprender a consolar a otros y hacernos más vulnerables y empáticos

2 Corintios 1: 3-7 DHH

 Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, pues él es el Padre que nos tiene compasión y el Dios que siempre nos consuela.  Él nos consuela en todos nuestros sufrimientos, para que nosotros podamos consolar también a los que sufren, dándoles el mismo consuelo que él nos ha dado a nosotros.  Porque así como los sufrimientos de Cristo se desbordan sobre nosotros y nosotros sufrimos con él, así también por medio de Cristo se desborda nuestro consuelo.  Pues si nosotros sufrimos, es para que ustedes tengan consuelo y salvación; y si Dios nos consuela, también es para que ustedes tengan consuelo y puedan soportar con fortaleza los mismos sufrimientos que nosotros padecemos.  Tenemos una esperanza firme en cuanto a ustedes, porque nos consta que, así como tienen parte en los sufrimientos, también tienen parte en el consuelo. 

6.- Aprender a confiar en Dios y no en nuestras fuerzas dependiendo de la oración. 2 Corintios 1:8-11 DHH

Hermanos, queremos que sepan cuántas dificultades tuvimos en la provincia de Asia. Fue una prueba tan dura que ya no podíamos resistir más, y hasta perdimos la esperanza de salir con vida. Nos sentíamos como condenados a muerte. Pero esto sirvió para enseñarnos a no confiar en nosotros mismos, sino en Dios, que resucita a los muertos. Y Dios nos libró y nos librará de tan gran peligro de muerte. Confiamos en que seguirá librándonos, si ustedes nos ayudan orando por nosotros. Si muchos oran por nosotros, muchos también darán gracias a Dios por las bendiciones que de él recibimos.»

Tomar el huevo, la zanahoria y los granos de café y mostrarlos nuevamente a los asistentes.

Así que si hoy atraviesas por un momento de prueba imagínate que tú estás siendo sometido a altas temperaturas de calor. Y pregúntate ¿que saldrá de tí? Te endurecerá tu corazón como el huevo? Te quebrarás como la zanahoria o saldrá de ti un exquisito aroma que agradará a Dios y te convertirás un poco más en la imagen de Su hijo?


Salón prestige: Av. Carlos Hank González s/n, Valle de Aragón 3ra Secc. 55280 Ecatepec de Morelos, Méx.
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