DEVOCIONAL: EL PODER DE LA GRATITUD

Lucas 7:36-48 RVC
36 Uno de los fariseos invitó a Jesús a comer, así que Jesús fue a la casa del fariseo y se sentó a la mesa. 37 Cuando una mujer de la ciudad, que era pecadora, se enteró de que Jesús estaba a la mesa, en la casa del fariseo, llegó con un frasco de alabastro lleno de perfume. 38 Llorando, se arrojó a los pies de Jesús y comenzó a bañarlos con lágrimas y a secarlos con sus cabellos; también se los besaba, y los ungía con el perfume. 39 Cuando el fariseo que lo había convidado vio esto, pensó: «Si éste fuera profeta, sabría que la mujer que lo está tocando es una pecadora.» 40 Entonces Jesús le dijo: «Simón, tengo que decirte algo.» Simón dijo: «Dime, Maestro.» 41 «Un acreedor tenía dos deudores: uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta. 42 Como ninguno de los dos podía pagarle, les perdonó la deuda a los dos. Ahora, dime: ¿cuál de ellos lo amará más?» 43 Simón le respondió: «Me parece que aquel a quien le perdonó más.» Y Jesús le dijo: «Tu juicio es correcto.» 44 Entonces se volvió a la mujer y le dijo a Simón: «Mira a esta mujer. Cuando llegué a tu casa, no me diste agua para lavarme los pies, pero ésta los ha bañado con sus lágrimas y los ha secado con sus cabellos. 45 No me diste un beso, pero ésta no ha dejado de besarme los pies desde que entré. 46 No ungiste mi cabeza con aceite, pero ésta ha ungido mis pies con perfume. 47 Por eso te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho. Pero a quien poco se le perdona, poco ama.» 48 Y a ella le dijo: «Tus pecados te son perdonados.»
Esta mujer fue valiente y se atrevió a pasar en medio de aquellos que la juzgaban con tal de acercase a Jesús para mostrarle su amor y gratitud.
Veamos cómo lo demostró:
1.- Ofreció lo más valioso que tenía,
2.- Se postró a los pies de Jesús, es decir lo adoro con humildad
3.- Le mostró amor al besarlo y ungirlo sirviéndolo de esta manera.
Cuando somos agradecidas por lo que Jesús hizo en nuestras vidas vamos a mostrarlo con nuestros hechos, estaremos dispuestas a dar lo mejor de nosotras, expresaremos nuestra adoración a Dios cada día, seremos humildes con los demás, amaremos a Dios y su Palabra, amaremos a los que nos rodean y buscaremos servirles.
La gratitud no implica solamente sentirse mejor sino también pensar mejor. En otras palabras, no se trata de una sensación pasajera sino de una forma de pensar que perdura a lo largo del tiempo y que genera cambios en nuestra actitud y visión del mundo.
El ser agradecidas nos hace desenfocarnos de nosotras mismas para enfocarnos en servir a los demás, nos hace vivir confiadas y alegres, nos hace apreciar lo que tenemos y no preocuparnos por los problemas porque recordamos; como éramos antes de conocer a Cristo y ningún problema se compara con lo difícil que fue vivir sin Él y su perdón.
La gratitud nos hace ser más fuertes y nos ayuda a soportar las situaciones difíciles porque nos enfoca en lo bueno que tenemos y nos hace apreciarlo.
Está comprobado científicamente que las personas agradecidas viven más felices y se enferman menos porque hay alegría en ellas.
Hoy te animo a vivir agradecida cada día y que como esta mujer lo expreses siendo valiente ofrendando lo mejor de ti, alabando a Dios cada día y sirviéndolo con mucho amor.
Deja que el poder de la gratitud te transforme en una mujer radiante.
Hoy toma un tiempo y medita; y haz conciencia de las cosas buenas, busca cuales son y valóralas.
Disfruta, asimila y realmente presta atención a esas cosas buenas.
Lleva un diario donde cada día anotes tres cosas por las cuales estas agradecida
Aprende a expresar tu gratitud a Dios y a los demás.
Aumenta tu tiempo de gratitud en tu oración y pide menos.
Agradece por cada cosa que los demás hacen por ti, si trabajan, si limpian la casa, si cocinan o lo que sea que aporten, por mínimo que sea lo que hagan los demás en tu beneficio agradécelo y no esperes más.
Haz llamadas de gratitud, escribe notas de gratitud, presta algún servicio a alguien expresando tu gratitud, di a las personas que te rodean cuanto aprecias que estén en tu vida.
Solo así experimentarás el poder tan extraordinario que tiene la gratitud.
1 Tesalonicenses 5:16-24 RVC
16 Estén siempre gozosos. 17 Oren sin cesar. 18 Den gracias a Dios en todo, porque ésta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús. 19 No apaguen el Espíritu. 20 No menosprecien las profecías. 21 Examínenlo todo; retengan lo bueno. 22 Absténganse de toda especie de mal.
23 Que el mismo Dios de paz los santifique por completo; y que guarde irreprensible todo su ser, espíritu, alma y cuerpo, para la venida de nuestro Señor Jesucristo. 24 Aquel que los llama es fiel, y cumplirá todo esto.