DÍA 18 LO QUE QUIERO ES CONOCER A CRISTO

23.04.2020

Filipenses 3:10-11 DHH 94I

10 Lo que quiero es conocer a Cristo, sentir en mí el poder de su resurrección y la solidaridad en sus sufrimientos; haciéndome semejante a él en su muerte, 11 espero llegar a la resurrección de los muertos. 

 Después de considerar el haber perdido todo y considerar ese todo como basura o inservible, la petición de Pablo era simple en su corazón. Recordemos que se encontraba en prisión con la incertidumbre de no saber qué le esperaba, que quizá podría morir. Y su anhelo mayor en esos momentos lo resumía en cinco cosas:

1.-Conocer a Cristo. El enfoque de Pablo no era "quiero seguir creciendo como persona", "quiero salir de aquí para hacer más cosas", su enfoque no estaba en su desempeño, no, su único enfoque era "quiero conocer a Cristo", su enfoque no estaba en sí mismo, sino en Cristo.

  Pero el tipo de conocimiento al que Pablo se refiere no es un conocimiento intelectual de saber históricamente quién es Jesús, o de tener amplio conocimiento de las escrituras, o el conocimiento de una doctrina, el conocimiento al que Pablo se refiere es el experimentar en una relación diaria como cuando conocemos a los seres más cercanos con los que convivimos: su trato, su carácter, es decir, comprobar que Él es bueno, que consuela, su compasión, su trato moral, su obra en ti. La seguridad de decir "Jesús tú eres bueno porque lo he comprobado en mi vida". Conocemos a Jesús porque conversamos con Él, porque comprobamos en nuestro día a día lo que dicen las escrituras acerca de Él, porque responde nuestras oraciones para bien o para mal aún cuando su respuesta es el silencio o no lo que esperábamos, porque sentimos su paz.

También lo conocemos cuando pasamos tiempo con su familia, es decir la iglesia.

Y porque sabemos cómo va a actuar en diferentes circunstancias.

Cuando conocemos a Cristo hay una plena confianza en decir: "estoy pasando por esta grave situación y estoy angustiada pero sé que Tú vas a ayudarme porque en otras ocasiones lo has hecho, porque tu Palabra dice esto y yo confío que eres fiel, yo confío en tu justicia y confió en tu amor y bondad."

Lo conocemos cuando todos sus atributos se hacen realidad en nuestra vida, es decir: que es nuestro Salvador, que nos limpia, que es consolador, que es justo, que es el buen pastor, que es libertador, que es Rey, que es la puerta angosta, que es proveedor, diseñador, y la lista sería interminable.

2.- Sentir en mí el Poder de su resurrección. El poder de su resurrección es un poder evidenciado. Es la evidencia y el sello de que todo lo que Jesús dijo es verdad. Es un poder justificador que da vida, que nos consuela y nos reconforta porque nos da esperanza.

El conocer a Jesús significa el conocer este poder en la nueva vida que tenemos ahora, no cuando muramos.

Pablo quería conocer de una manera experimental el poder de la resurrección de Cristo. Esto es, él quería experimentar el mismo poder que levantó a Cristo de la muerte surgiendo de su propio ser, venciendo al pecado en su vida y produciendo bendición para otros. ¿No es increíble y animante experimentar esos cambios que nunca pensaste hacer? ¿ Y que a través de esa experiencia puedes ayudar con tu testimonio a otras mujeres? Eso es lo que nos da el poder de la resurrección de Cristo, el poder de una vida transformada a través del Espíritu Santo. Eso era lo que Pablo quería experimentar y aprender.

3.- La solidaridad en sus sufrimientos.

El conocer a Jesús también significa esta participación de sus padecimientos. Todo es parte de seguir a Jesús y el estar en Cristo. Podemos decir que el padecimiento es parte de nuestra herencia como hijos de Dios; se nos da el ser parte de la familia de padecimiento, como dice Romanos 8:17 RVR1960 "Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados".

Por ello es que no debemos asombrarnos del sufrimiento en nuestra vida; Jesús nos advirtió que íbamos a sufrir pero que tuviéramos confianza.

 Juan‬ ‭16:33‬ ‭DHH94I

33 Les digo todo esto para que encuentren paz en su unión conmigo. En el mundo, ustedes habrán de sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo.

1 Pedro‬ ‭4:12-13‬ ‭DHH94I

12 Queridos hermanos, no se extrañen de verse sometidos al fuego de la prueba, como si fuera algo extraordinario. 13 Al contrario, alégrense de tener parte en los sufrimientos de Cristo, para que también se llenen de alegría cuando su gloria se manifieste.

4.- Haciéndome semejante a Él en su muerte. Esto nos recuerda que el estar en Cristo también significa estar "en" su muerte. Estas palabras tenían una relevancia particular para Pablo, quien enfrentaba un posible martirio.

Te has preguntado si un día estuvieras en peligro de muerte por causa del Evangelio ¿cómo reaccionarías? ¿Enfrentarías la muerte tal como Jesús lo hizo?

5.- Espero llegar a la resurrección de los muertos. Pablo no estaba sólo enfocado en el sufrimiento y muerte de la vida cristiana. Él vio que eran una manera necesaria para la meta de la vida de resurrección justo ahora y durante la resurrección final de la muerte.

Esta era una meta que era digna en alguna manera para Pablo. El padecimiento valía la pena, considerando la grandeza de la meta de la resurrección de entre los muertos.

Aunque Pablo tenía la seguridad de ser salvo, con esta frase expresa su anhelo de estar en la presencia de Dios una vez que hubiera muerto.

Recordemos que Pablo escribió esto habiendo experimentado más sufrimiento del que nosotras podamos experimentar jamás, y él escribió desde la custodia de soldados romanos. Esto no era solamente teorías e ideas teológicas, sino una conexión experimentada con Dios.

  Si hoy fuéramos a morir e hiciéramos un recuento de nuestra vida, ¿podríamos decir que lo que más valió la pena fue vivir por Cristo y sufrir por Él?

¿Cómo cambiarían nuestras vidas si nuestro enfoque de cada día fuera prepararnos para vivir una eternidad con Dios?

Quizá ya no viviríamos tan preocupadas por las cuestiones de este mundo, no nos frustraríamos tan fácilmente cuando las cosas no son como quisiéramos, o no nos empeñaríamos tanto en adquirir aquello que se acabara con el tiempo. Más bien disfrutaríamos más de la presencia de Cristo en nuestra vida y de nuestros seres queridos. Recordemos que ninguna tenemos la vida comprada, la muerte puede sorprendernos en cualquier momento, por lo tanto vivamos cada día preparándonos para ese encuentro cara a cara con Dios.

Apocalipsis‬ ‭21:2-5 DHH94I 

2 Vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de la presencia de Dios. Estaba arreglada como una novia vestida para su prometido. 3 Y oí una fuerte voz que venía del trono, y que decía: «Aquí está el lugar donde Dios vive con los hombres. Vivirá con ellos, y ellos serán sus pueblos, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. 4 Secará todas las lágrimas de ellos, y ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento, ni dolor; porque todo lo que antes existía ha dejado de existir.»

5 El que estaba sentado en el trono dijo: «Yo hago nuevas todas las cosas.» Y también dijo: «Escribe, porque estas palabras son verdaderas y dignas de confianza.»

Apocalipsis‬ ‭22:4-5‬ ‭DHH94I

4 Lo verán cara a cara, y llevarán su nombre en la frente. 5 Allí no habrá noche, y los que allí vivan no necesitarán luz de lámpara ni luz del sol, porque Dios el Señor les dará su luz, y ellos reinarán por todos los siglos. 



 

 


Salón prestige: Av. Carlos Hank González s/n, Valle de Aragón 3ra Secc. 55280 Ecatepec de Morelos, Méx.
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar