MI CAMINAR CON DIOS ME TRANSFORMA

 ¿Alguna vez te has sentido harto de ser como eres?

¿Alguna vez te has preguntado: por qué soy así?

O ¿Cuándo es que voy a cambiar?

O ¿cómo puedo aprender a amar?

Hoy quiero hablarte de un hombre que fue transformado por su amistad con Jesús.

Su nombre era Juan hijo de Zebedeo y hermano de Santiago.

Marcos 3:16-17 DHH

Éstos son los doce que escogió: Simón, a quien puso el nombre de Pedro; Santiago y su hermano Juan, hijos de Zebedeo, a quienes llamó Boanerges (es decir, «Hijos del Trueno»)

Como puedes ver Juan estaba dentro de los 12 hombres que Jesús escogió y aquí vemos una primera característica de él al ser llamado hijo del trueno o boanerges por Jesús.

Siendo llamado así ¿cómo te imaginas que era su carácter?

Mira la siguiente escritura:

Lucas 9:51-55 DHH

Cuando ya se acercaba el tiempo en que Jesús había de subir al cielo, emprendió con valor su viaje a Jerusalén. Envió por delante mensajeros, que fueron a una aldea de Samaria para conseguirle alojamiento; pero los samaritanos no quisieron recibirlo, porque se daban cuenta de que se dirigía a Jerusalén. Cuando sus discípulos Santiago y Juan vieron esto, le dijeron: -Señor, ¿quieres que ordenemos que baje fuego del cielo, y que acabe con ellos? Pero Jesús se volvió y los reprendió.»

Aquí podemos ver otra característica de Juan:

¿Qué observamos? ¿Cómo respondió ante la oposición?

Vemos claramente que era intolerante, quiso destruir a aquella gente, busco venganza, era impulsivo. Jesús tuvo que reprenderlo a él y a su hermano.

Posteriormente lo vemos pidiendo algo muy especial a Jesús:

Marcos 10:35-37DHH

Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús y le dijeron: -Maestro, queremos que nos hagas el favor que vamos a pedirte. Él les preguntó: -¿Qué quieren que haga por ustedes? Le dijeron: -Concédenos que en tu reino glorioso nos sentemos uno a tu derecha y otro a tu izquierda.

Imagina la escena, Jesús camina delante de los discípulos hacia Jerusalén donde lo iban a matar, los demás discípulos llevaban miedo y a Juan y Santiago lo único que se les ocurre es pedirle a Jesús un lugar privilegiado a su lado en la gloria.

Podemos ver que era insensible, egoísta, movido por motivos ambiciosos, quería fama.

Sin embargo y a pesar de cómo era, fue el único de los discípulos que se mantuvo con Jesús hasta el final, él estaba ahí al pie de la Cruz y fue quien se hizo cargo de María la madre de Jesús.

Juan escribió el evangelio de Juan, las cartas de Juan y el libro de Apocalipsis.

En su vejez fue deportado a la isla de Patmos por anunciar el evangelio.

Puedes imaginar: ¿Cómo un hombre tan egoísta, impulsivo, vengativo que buscaba la fama soporto tanto? ¿ cómo fue que en sus cartas habla del amor de Dios y del amor a los hermanos de una manera tan profunda?

Sin duda lo que lo transformó fue su relación con Jesús. El lo vio actuar en muchos momentos, fue reprendido por Jesús cuando quiso mandar fuego sobre los samaritanos, fue corregido cuando quiso un lugar de honor, y vio a su Señor morir en una Cruz olvidándose de sí mismo al negar su dolor y perdonar al ladrón arrepentido, al asegurar que su madre tuviera quien la cuidara y al perdonar a sus agresores.

Ante tal ejemplo todo el egoísmo, orgullo vanagloria de Juan fue derribado para dar paso a una mejor manera de ser y pensar: el amor.

Juan fue un hombre que se transformó por su relación con Jesús. Aprendió a amar como Él, a sacrificar su vida por Él.

Sin duda hoy no tenemos a Jesús físicamente, pero tenemos su Palabra y si cada uno nos mantenemos leyéndola, aprendiendo del carácter de Jesús y siendo atentos a las lecciones y correcciones que la Biblia nos da vamos a poder cambiar cualquier área de nuestro carácter.

NOTA:

ES IMPORTANTE QUE LA ESTUDIEN Y NO LA LEAN LITERALMENTE COMO ESTÁ, TRATEN DE HACERLA SUYA, ES DECIR; CON SUS PROPIAS PALABRAS.

UN ABRAZO