PODEMOS PROBAR QUE LA BIBLIA ES VERDAD

Con todos los conocimientos y recursos que actualmente tenemos a nuestra disposición, los hijos de Dios no tienen excusa para no estar preparados.
1 Pedro 3:15 NTV
En cambio, adoren a Cristo como el Señor de su vida. Si alguien les pregunta acerca de la esperanza que tienen como creyentes, estén siempre preparados para dar una explicación...
En primer lugar, podemos saber lo que la Biblia dice acerca de sí misma ("las evidencias internas"), y luego podemos aprender de las evidencias más convincentes que corroboren y confirmen sus afirmaciones ("las evidencias externas").
En el libro: "El carácter de Dios Siete evidencias convincentes" por John C. Whitcomb comenta que si nos volviéramos a la Biblia para hacerla nuestra máxima autoridad en todos los ámbitos (incluyendo la forma en que ¡defendemos a la misma Biblia!), descubriríamos que no podemos apelar a ninguna autoridad superior que a la de Dios mismo.
Si pudiéramos apelar a otra autoridad para
probar lo que dijo Dios, entonces Dios no sería nuestra máxima autoridad. ¿Cómo
podemos ayudar a las personas que no creen que la Biblia sea verdad? La
respuesta puede ser sorprendente para muchos. No está en una evidencia
científica, arqueológica o histórica, por importantes que éstas pudieran ser en
sí mismas. ¡Ni siquiera es por una profecía cumplida! Es al compartir con los
demás, sobre la base de nuestro propio conocimiento de la Escritura, el
carácter incomparable de Dios, que en última instancia, fue el que escribió
(inspiró) la Biblia y principalmente nuestro estilo de vida como testimonio.
El "Santificar a Dios el Señor", tal como la nación de Israel había sido enseñada por siglos, implicaba el distinguirlo a Él de todos los otros "dioses".
Significaba que honrarlo a Él de manera
suprema, era pensar y actuar de acuerdo con la luz de Su gloria. Esto es
profundamente significativo en la presentación de un testimonio eficaz. Después
de todo, ninguno de nosotros puede presionar o manipular un corazón humano para
creer en el Dios de la Biblia.
Sólo el Espíritu Santo puede condenar a los
pecadores y transformar los corazones para un cambio (Juan 16:8; Jeremías
17:9-10). Nosotros "santificamos" a Dios confiando en Su Palabra y Su Espíritu
para convencer a la gente acerca de Sus cualidades insuperables, incluyendo Su
santidad, Su sabiduría, amor y verdad.
En esto conocerán todos los hombres... ¿Qué tiene esto que ver con saber que la Biblia es verdad? Nuestra función principal es honrar a Dios por medio de nuestra propia vida y palabras.
Es posible que no hayan oído hablar de esto como "prueba" antes, pero es extremadamente importante para los cristianos el darse cuenta de esto. A través de nuestras palabras enriquecidas por la Biblia y el cambio en nuestras vidas, mostramos evidencia de lo verdadero que es aquel que inspiró la Biblia y que dice que es "viva y eficaz" (Hebreos 4:12).
Si nuestras vidas no presentan ese poder
transformador de Jesús, ¿Por qué debería alguien creer que Sus palabras tienen
el poder como para crear el Universo? No sólo tenemos la veracidad de Dios,
sino toda la gama de sus cualidades que convencen a los pecadores sobre la
verdad de su Palabra. De hecho, uno de los rasgos de carácter más profundos de
Dios, es el amor, y esto es crítico cuando se da testimonio de Él.
El carácter de amor único de Dios es
abnegación-sacrifical (es llamado ágape en el griego original), y es diferente
a cualquier tipo de amor o experiencia de la vida normal.
Este amor proviene de Dios, y Él quiere que los
pecadores vean en Sus seguidores, como parte de nuestro testimonio eficaz.
1 Juan 4:7-8 RVR 1960
"Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor"
Siempre que el amor de Dios se refleja a través de la vida del creyente y sus palabras, los incrédulos reconocen algo genuinamente divino. Ellos sentirán que el Dios de la Escritura es real, y serán convencidos por la verdad y el poder de Su Palabra.
Esta es la forma en que Jesús lo explicó en:
Juan 13:34-35 NVI
34 »Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros. 35 De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros».
¿Cómo funciona esto en la práctica? Cuando la gente no se da cuenta que vive en la oscuridad espiritual y observa el amor de auto-sacrificio de Dios en la práctica, serán profundamente afectados por ver algo que nunca han experimentado.
Este amor no se puede explicar o experimentar alejados del verdadero Dios vivo, Creador de todo ser humano con una mente, un alma y una conciencia que puede conocerlo y verlo por medio de su Palabra. El amor de Dios nos compele u obliga a salir y compartir esta verdad de la salvación.
2 Corintios 5:14 NVI
14 El amor de Cristo nos obliga, porque estamos convencidos de que uno murió por todos, y por consiguiente todos murieron.
A medida que "santifiquemos a Dios el Señor en nuestros corazones", el Espíritu Santo usará nuestras vidas y palabras, "con mansedumbre y reverencia" para convencer a los pecadores sobre la verdad de su Palabra. El resultado final: Dios mismo reivindicará Su Palabra así como a la gente que le honró. AMEN.