DÍA 4 TRANSFORMANDO LAS PRUEBAS EN OPORTUNIDADES

Filipenses 1:12-14 NTV
«Además, mis amados hermanos, quiero que sepan que todo lo que me ha sucedido en este lugar ha servido para difundir la Buena Noticia. Pues cada persona de aquí -incluida toda la guardia del palacio - sabe que estoy encadenado por causa de Cristo; y dado que estoy preso, la mayoría de los creyentes de este lugar han aumentado su confianza y anuncian con valentía el mensaje de Dios sin temor.»
La prisión puede motivar a muchas personas enojo o abandono pero Pablo lo vio como una oportunidad para anunciar las buenas nuevas de Cristo. Pablo concluyó que las circunstancias presentes no eran tan importantes como lo que hizo con ellas al cambiar una mala situación en algo bueno. Alcanzó a los soldados del pretorio y animó a los cristianos que temían a la persecución. Eso es lo que produce un corazón lleno de gozo y fe. La capacidad de transformar lo negativo en una oportunidad para ayudar a otros, la capacidad de sacarnos de nuestro egoísmo y volvernos bondadosas pensando más en las necesidades de otros que en nuestro propio sufrimiento.
Aunque nosotras no estamos en prisión, si podemos llegar a sentir desánimo por las circunstancias que nos rodean, miedo a enfermarnos, incertidumbre por nuestro futuro económico, problemas familiares o problemas en la iglesia. La forma como actuemos ante dichas situaciones reflejará lo que creemos. Si al igual que Pablo buscamos demostrar nuestra fe en situaciones difíciles, aunque éstas no cambien nuestra fe se fortalecerá.
Les dejo con esta escritura para reflexionar:
«Que el Señor los ayude a amar como Dios ama y a tener en el sufrimiento la fortaleza de Cristo.»
2 Tesalonicenses 3:5 DHH94I
Pregúntate: ¿cómo Dios ama? Y ¿cómo Cristo mostró su fortaleza en el sufrimiento?
Medita en ello y decide ser una mujer llena de gozo y fe dedicada a animar a otras y a aprovechar este tiempo para impactar con tu fe a las personas más cercanas a ti.