UNA FE QUE MUEVE MONTAÑAS

A través de la Biblia conocemos historias en las que descubrimos que lo más importante para ser testigos de un milagro es tener FE. Y es que la fe tiene que ser lo más esencial para la vida de un discípulo de Cristo.
Por ejemplo:
Abraham conocido como el padre
de la fe, a una edad avanzada y en donde físicamente su esposa ya no podía
darle hijos, decidió creer a la promesa que Dios le dio de que tendría
descendencia. Abraham no se puso a ver los obstáculos que tenia enfrente, como
su edad, cómo la edad de su esposa Sara y su esterilidad, en cambio tuvo FE y
por su fe fue honrado por Dios: "Y así se cumplió lo que dicen las Escrituras:
Santiago 2:23 NTV
«Abraham le creyó a Dios, y Dios lo consideró justo debido a su fe». Incluso lo llamaron «amigo de Dios»
Moisés al verse frente al
Mar Rojo siendo perseguido por el ejército egipcio le creyó a Dios quien le dio
instrucciones específicas, su fe salvo a su pueblo, pues todos conocemos que el
Mar se abrió y los israelitas pasaron en seco al otro lado. Moisés no vio lo
profundo del mar o lo ilógico o imposible que el hecho que se abriera fuera,
sino que CREYÓ a Dios, tuvo FE y pudo entonces ver un milagro sorprendente que
sería contado de generación en generación:
Éxodo 14:21-22 NTV
"Luego Moisés extendió la mano sobre el mar y el Señor abrió un camino a través de las aguas mediante un fuerte viento oriental. El viento sopló durante toda la noche y transformó el lecho del mar en tierra seca. Entonces el pueblo de Israel cruzó por en medio del mar, caminando sobre tierra seca, con muros de agua a cada lado."
Josué y el pueblo de Israel
tenían que conquistar Jericó cuyas murallas eran imbatibles, impenetrables,
puesto que median de ancho aproximadamente unos siete metros, eran muy fuertes
y no había ejército que pudiera derribarlas, hasta entonces Jericó se jactaba
de sus fuertes murallas, sin embargo Dios le dio órdenes específicas de marchar
alrededor de la ciudad varios días cantando y en el último día un fuerte grito
de todo el pueblo bastaría para derribar aquellas murallas impenetrables, un
milagro sorprendente de Dios. Josué no se puso a pensar lo ilógico que sería
dar vueltas alrededor de Jericó y simplemente gritar para que sus murallas
cayeran, sino que tuvo FE:
Josué 6:20 NVI
"Entonces los sacerdotes tocaron las trompetas, y la gente gritó a voz en cuello, ante lo cual las murallas de Jericó se derrumbaron. El pueblo avanzó, sin ceder ni un centímetro, y tomó la ciudad."
Un mujer que hacia doce
años tenía una enfermedad, había gastado todo su dinero en médicos y ninguno
había podía ayudarle en su enfermedad. Después de tantos años con flujo de
sangre, esta mujer seguramente estaba debilitada físicamente, muy enferma, sin
embargo tuvo la suficiente fe como para creer que si tan solo tocare el borde
del manto de Jesús iba a ser sana de su enfermedad. Esta mujer no se puso a
pensar en la dificultad de acercase a Jesús en medio de tanta gente, ni que la
medicina no había podido hacer nada por ella, y es que cuando todo los recursos
se terminan es cuando entendemos que hay soluciones que solo encontramos a
través de la FE y ella lo comprendió entonces:
Marcos 5:25-29 REINA-VALERA 1960
"Pero una mujer que desde hacía doce años padecía de flujo de sangre, y había sufrido mucho de muchos médicos, y gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor, cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto. Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva. Y en seguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote."
Lo único que necesitamos para recibir un milagro es FE, esa fe que me mueve a actuar no pensando en las circunstancias o en los obstáculos que tengo enfrente, sino en el Dios Todopoderoso capaz de hacer que lo imposible sea posible.
¿Qué es lo que te aqueja este día?, ¿Qué es lo que crees que no tiene solución?, ¿Qué es eso que por tanto tiempo has querido pero no lo has recibido?, ¿Qué es eso que te desanima al ver lo grande y fuerte que es?
Hoy quiero recordarte que NO HAY IMPOSIBLES PARA DIOS, que lo único que necesitas es FE para poder creer en lo que Dios puede y quiere hacer en tu vida.
Hoy es día de activar nuestra FE, de comenzar a creer sin dudar, de ver las cosas que no son como que si fueran, porque Dios va a tomar control de lo que para ti hoy se ve imposible. Hoy Dios solo quiere de ti la FE suficiente para creer que Él puede hacer ese milagro en tu vida.
Les mando un fuerte abrazo.