DÍA 8 UNIDAS EN UN MISMO CORAZÓN

Filipenses 2:1-4 NTV
¿Hay algún estímulo en pertenecer a Cristo? ¿Existe algún consuelo en su amor? ¿Tenemos en conjunto alguna comunión en el Espíritu? ¿Tienen ustedes un corazón tierno y compasivo? 2 Entonces, háganme verdaderamente feliz poniéndose de acuerdo de todo corazón entre ustedes, amándose unos a otros y trabajando juntos con un mismo pensamiento y un mismo propósito.
3 No sean egoístas; no traten de impresionar a nadie. Sean humildes, es decir, considerando a los demás como mejores que ustedes. 4 No se ocupen solo de sus propios intereses, sino también procuren interesarse en los demás.
¿Qué es lo que te motiva a amar a los demás?
1 Juan 4:19 dice que nosotros amamos porque Dios nos amó primero.
Cuando valoramos la gracia de Dios, cuando experimentamos su amor, cuando hemos recibido su consuelo entonces podemos amar y dar consuelo a otros, nadie puede dar lo que no tiene y nosotras hemos recibido mucho. Si cada día recordamos con gratitud lo que Dios hizo por nosotras en la cruz vamos a estar motivadas a amar a los demás como Él nos amó.
Como cristianas no tenemos excusa para no desarrollar los atributos que menciona Pablo: el poder de animar, la capacidad de amar y desarrollar un corazón tierno y compasivo.
Puesto que ya no vivimos conforme a nuestra naturaleza pecadora sino conforme al Espíritu ( Romanos 8:1-8) debemos entonces reflejar los frutos del Espíritu (Gálatas 5:22-25).
No podemos ser conocidas como mujeres que se irritan fácilmente, que reaccionamos con dureza, que estamos tristes la mayor parte del tiempo, o nos preocupamos en exceso por las cosas de este mundo porque esas reacciones no son características del amor de Cristo.
Tampoco podemos justificarnos diciendo: "es que yo soy así y siempre he sido así", eso niega el poder de Dios actuando en nuestras vidas.
Pablo al igual que Jesús (Juan 17:21) anhelaba la unidad de los creyentes, eso lo hacía feliz, pienso que Dios sonríe cuando ve a su pueblo unido a Él y unido entre ellos como dice en estos versículos amándonos, trabajando en un mismo propósito y pensando de la misma manera.
En estos días de permanecer en casa podemos mantenernos unidas a través de llamadas, mensajes, oración y lectura, de hecho la razón de este plan de poder leer juntas un mismo libro de la Biblia es con ese fin.
La base de la unidad está en el amor y en la humildad, cuando aprendemos a amar como Dios nos ha amado y aprendemos a considerar a los demás como mejores que nosotras mismas desarrollamos humildad.
O ¿cómo tratas a alguien que consideras mejor que tú? Obviamente vas a admirarla, vas a respetarla, vas a querer aprender de ella, vas a sentir temor de ofenderla, vas a tratarla con amabilidad, vas a valorarla, vas a querer estar cerca de ella.
Si queremos permanecer unidas también será necesario desprendernos del orgullo.
Pablo también nos llama a dejar el egoísmo, a no sólo preocuparnos por nosotras mismas y nuestros intereses sino a velar por los intereses de los demás.
Esta cuarentena puede: o volverte egoísta y aislarte de los demás o puede ser una oportunidad para interesarte por otros y buscar la manera de servirlos. Vienen tiempos difíciles, mucha gente estará sufriendo; decide que como cristiana serás un consuelo para otros y proveerás ánimo, amor y paz a sus corazones.